23 agosto, 2007

Seguir adelante, de la mano de La Mater


Mucho tiempo hemos estado sin actualizar esta bitácora, consumido nuestro tiempo en la vorágine del trabajo y demás actividades.
Sin embargo, la verdad es que robarle unos minutos al sueño para escribir algo sobre lo que ha pasado estos días es lo menos que podemos hacer.

Hemos sido testigos del testimonio valiente y lleno de fe de una querida familia de nuestra comunidad, que, asumiendo la cruz del Señor pero amparados en la amorosa compañía de La Mater, han transitado por el difícil camino de haber visto enfermar y hace pocos días partir a quien es en toda familia el pilar y la base.

Todos nosotros hemos acompañado, cercanamente o a la distancia, con dolor y esperanza, a Elena, Max y sus hijos, y hemos llorado solos o en comunidad ahora que ya definitivamente el Señor la ha llamado, como hija predilecta, a estar a su lado.

Implorando la infinita misericordia del Señor, como familia schoenstattiana, la invitación es a seguir adelante, de la mano de la Mater y con el corazón lleno de amor, con el ejemplo vívido de la fe, alegría y serena fortaleza que nos han demostrado Elena y Max, para que seamos dignos de construir el santuario que ha de perpetuar la gloria de nuestro Señor Jesucristo y la alianza de amor que voluntariamente hemos contraído con nuestra madre María.



El tiempo de la desidia y del "no tengo tiempo" ya pasó.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario